21 de noviembre de 2011

Metafísica

 
Después del 11-11-11… ¿Y ahora qué?

El 11/11/11 fue un día especial, cuya importancia se extiende más allá de su singular fecha. Fue especial porque todo el mundo participó de la esperanza, bendiciones y significado de este día. Por todo el mundo la gente compartió conversaciones que se enfocaban en la iluminación, posibilidades y potencial. Pero el mundo no se acabó (no se suponía que lo hiciera) y continuamos con nuestro viaje de vida. Ahora que el 11/11/11 vino y se fue, debemos enfocarnos en llevar el impulso de la energía hacia los días que le siguen. Hacemos eso al practicar la integración, permanecer alineados con nuestras intenciones y ponerlas en práctica. Al igual que con cualquier otro cambio energético, lo importante es lo que hacemos después de que éste se produce. En pocas palabras, el Universo entrega el paquete energético, pero nosotros debemos abrirlo y decidir adónde debe ir su contenido.
Siempre he encontrado que el día después de un gran cambio es un poco decepcionante. Sentimos las descargas energéticas, experimentando a menudo intensos efectos secundarios físicos y luego tenemos la decepción porque a pesar de toda la expectativa y actividad, el mundo parece seguir siendo el mismo. La política no ha cambiado, las guerras no han terminado, la gente sigue discutiendo por las mismas cosas y el mundo sigue estando al borde del caos. Pero sólo estamos viendo la punta del iceberg y es nuestro deseo de algo diferente lo que es el verdadero indicador de que el cambio está ocurriendo. Y al igual que en nuestras propias vidas, se produce desde adentro hacia afuera. Lo que vemos en la superficie no indica toda la actividad que tiene lugar por debajo.

La mejor manera de usar la energía después del 11/11/11 es mantener nuestras intenciones activas todos los días. En lugar de medir nuestros resultados según cuándo se producen, debemos adquirir la costumbre de verlos como que ocurren de inmediato, su manifestación física es sólo el último aspecto. Nuestra práctica espiritual debe ser más disciplinada si queremos asumir nuestra maestría y actuar como verdaderos co-creadores. Esto no quiere decir que tenemos que meditar todos los días, pero sí significa que tenemos que empezar a recordarnos a nosotros mismos como seres espirituales y permanecer conectados a esa energía y nuestro poder co-creativo. No estamos a merced del tiempo, el destino, el karma ni el Universo. Tenemos que vernos a nosotros mismos como maestros y utilizar nuestras herramientas de maestría para crear la vida y el mundo en el que queremos vivir.

Hay una energía poderosa disponible para todos nosotros ahora, pero tenemos que usarla de una manera consciente e intencional. Esto también significa ser “egoístas” y satisfacer nuestras propias necesidades. Es hora de ponernos en primer lugar en nuestras vidas, lo que no implica colocar paredes para mantener a otros afuera. Significa establecer límites energéticos en nuestras vidas para asegurarnos de que estamos interactuando con lo que es por nuestro mayor bien, nos sirve en formas edificantes y sustentadoras, y está alineado con lo que queremos crear. Recuerden respirar, pues la respiración es nuestra conexión con la Fuente (es lo que nos mantiene vivos) y cuanto más nos mantengamos arraigados, centrados y alineados con nuestro propósito, vamos a tener una experiencia más amorosa y satisfactoria en la vida. 


Colaboración: mi amiga Victoria.

10 de noviembre de 2011

Metafísica

11 del 11 del 11: LA GRAN ACTIVACIÓN

El próximo 11 de noviembre se producirá un evento sin precedentes en la historia de la Tierra.
Por primera vez se activarán de manera definitiva los códigos de luz del alma. Los mismos que fueron desactivados hace miles de años. Se cumple así un requisito imprescindible para la llegada de la nueva Tierra: el ser humano, para ascender, tiene que estar completo.
Recuperaremos de este modo lo que nos pertenece por derecho propio: el recuerdo de quiénes somos y para qué hemos venido, así como las capacidades que nos son inherentes.
Pero una cosa es recuperar y otra saber utilizar. Para las personas que están despiertas, la recuperación de esos recuerdos y capacidades puede representar una bendición. Muchos llevan años anhelándolo. Sin embargo, los que aún continúan anclados en la vieja energía pueden verse inmersos de repente en un profundo caos interior. Recuerdos a los que no encuentran sentido y percepciones que no comprenden y que, además, les asustan. Será necesario que, tras esa fecha, las personas que trabajan al servicio de la Luz aúnen sus esfuerzos para ayudarlos a integrar el proceso.

Cada uno de nosotros debe prepararse previamente para ese momento, tal como nos aconseja el Maestro Kuthumi con estas recomendaciones:

  • Buscar la paz interior. Un momento de silencio al día para escuchar la voz del corazón.
  • Recibir concientemente la luz del sol, con la intención de absorber su poder sanador y elevador de frecuencias.
  • Mantener el rumbo en la dirección indicada por la voz del corazón. Aquello que somos se manifiesta en estos días más que nunca. Caen las vendas que nos cegaban, se derrumban barreras que nos limitaban. Por fin, muchos de nosotros nos animaremos a emprender aquello que vinimos a realizar aquí, en esta dimensión.
  • Practicar el desapego de viejos patrones limitantes. Abandonar los pensamientos, costumbres y reacciones que alimentan aún la antigua energía, procurando transformarlos en luz por medio del amor.
  • Fomentar el amor en todas nuestras relaciones, las que más amamos y las que nos conectan con el miedo. Estas últimas son las que más nos elevarán si somos capaces de bañarlas de amor y aceptación.
  • Recibir la energía de la Fuente en meditación. Su influencia en nuestros cuerpos sutiles es inmensa. Posee un gran poder transmutador que nos libera y nos conecta.
  • Sentirnos uno. Practicar en nuestras visualizaciones la unión con todo lo que es y con todo lo que existe. 

Cuando llegue el momento recibiremos en nuestro interior una gran luz. Esa luz trae los códigos de activación que necesitamos para recordar. Son códigos de una vibración muy alta. Cuanto más elevada sea la propia vibración durante ese día, más armónica resultará la entrada de la luz y su anclaje en cada uno de nosotros. 

Podemos prepararnos como nos recomienda el Maestro Kuthumi pero, además, ese día debemos dedicarlo especialmente al cuidado de la propia energía, al equilibrio interior, a mantener la vibración bien alta. Actividades como meditar, pasear al sol o estar en contacto con la naturaleza son las más recomendables. Hay que evitar especialmente todo lo que nos desconecte de nuestra esencia. Deberemos alimentarnos con moderación, procurando no ingerir alimentos de baja vibración, como la carne o los vegetales transgénicos, y realizar algún ejercicio físico que nos ayude a activar el flujo sanguíneo, ya que los códigos de luz serán transportados a través de la sangre, desde el corazón al resto de nuestro organismo. La activación se estará produciendo durante todo el día, pero no percibiremos sus efectos hasta el día siguiente, después de haber dormido un mínimo de seis horas.

A partir de la mañana del 12 de noviembre, muchas personas sentirán el profundo deseo de dar un giro completo a sus vidas, otros emprenderán su camino con fuerzas renovadas y otros sentirán una gran confusión interna. Los efectos variarán en función del grado de evolución de cada uno y de las resistencias que esté oponiendo al proceso de cambio que todos estamos experimentando. 

El objetivo de esta activación es acabar con las limitaciones que, desde el interior de nosotros mismos, nos están impidiendo evolucionar o despertar. No se trata de una injerencia en el libre albedrío de los seres humanos. Se trata de eliminar una limitación que nos fue impuesta hace miles de años, cuando algunos seres confusos decidieron interferir en nuestro proceso evolutivo. 

Detenernos a explicar el cómo y el por qué de aquel suceso, sería adentrarnos en la vieja energía de separación y lucha, de la que ya nos estamos alejando. Ya no importa cómo, cuándo, dónde, quién o para qué. Dentro de poco estará resuelto.

El 11 del 11 del 11 se producirá una gran activación, pero no será la última. Grandes acontecimientos nos esperan a la vuelta de la esquina. Recibámoslos con amor, libres de temores e inquietudes, porque llega el reino de la Luz a la Tierra, y eso merece una gran fiesta. 


Fuente: Taringa



3 de noviembre de 2011