17 de diciembre de 2009

Poesía

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas,
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.



Dos olas que vienen juntas

a morir sobre una playa,
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,

y al juntarse allí en el cielo
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un mismo tiempo estallan,
dos ecos que se confunden...
eso son nuestras dos almas.


Gustavo A. Bécquer