Palabras del Amado Maestro Jesús
El Amor del Padre ha sido siempre Mi Mensaje, desde que por primera vez fui investido con la gloriosa oportunidad de traer las palabras jubilosas al hombre, para que su Padre no fuera considerado como un ser de ira, sino más bien como un ser amoroso, bondadoso, considerado, y hacia quien todos tienen igual acceso, de acuerdo a las necesidades de sus corazones individuales. Hablándoles a ustedes, hablo a viejos amigos del corazón... y a estos amigos vengo hoy, con todo el Amor de Mi corazón, para recordarles que Mi Mensaje "Amaos los unos a los otros" aún no está expresado y vivido por quienes dicen seguirme. He venido porque los amo a cada uno, con un Amor profundo y sincero, que no está basado en lo que son, ni en lo que han sido, sino en lo que deberán llegar a ser. Permítanme que no miremos por más tiempo hacia atrás, a través de los dos mil años pasados, para los milagros que pueden ser logrados hoy. El mundo se queja por el dolor, la enfermedad y la agonía, por la guerra y la corrupción, y... ¿quiénes son la esperanza de este mundo? ¡Ustedes!, quienes dicen amarme, quienes dicen comprender mis enseñanzas, pero aún no las practican lo suficiente. Ustedes son la esperanza de este mundo que requiere Amor, que requiere Paz, que requiere Luz. Oren, sí, pero oren con el corazón, eleven esa oración que alcance la Misericordia y la Gracia del más Alto y ¡sostengan esas demandas con su forma de vivir, con su forma de sentir, con su forma de actuar! Si hubiese encarnado una y otra vez cada cien años hasta la hora presente, les hubiera negado a ustedes la oportunidad de convertirse en lo que Yo Soy, y no hay Ser Crístico que no permita el desarrollo de su prójimo hacia su mayor gloria.
Les ruego, en el Nombre del Padre de toda vida, pongan en acción sus Cristos Internos y eleven aquellas llamadas por las cuales muchos Angeles pueden asistir y retornar al hombre a su estado natural, resucitando en él, todo el bien que requiere. Asistan a sus naciones, gobiernos, familias... ¡asistan a la Tierra!
Si Me aman... ¡¡HAGAN LO QUE HE HECHO!! Y esta será su respuesta a las palabras que hablo en esta hora. No Me pongan en un pedestal y allí me adoren... No fue esa la razón de Mi Misión, les dije una y otra vez que lo que Yo he hecho, ustedes harán, pero en El Nombre de Dios, no Me idolatren, por favor imítenme! Recuerden que el Padre que está en Mí, también está en ustedes y que ya no un solo Cristo redimirá la Tierra, sino todos los Cristos despertando, resucitando dentro de cada corazón lo hará, cuando cada conciencia haya comprendido que el Poder y la Fuerza sólo se conquista a través del más Puro Amor Divino, ese Amor que fue y es Mi Mensaje, Mi Radiación y Mi Bendición para cada uno de ustedes.
Dios los Bendice.
El Amado Jesús.
Fuente: www.fuegovioleta.org
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